Por Moisés Mato.
1. La Comunicación parte de la Escucha
El Teatro de la Escucha nace de la necesidad de encontrar caminos en los que la comunicación sea una herramienta liberadora. Partimos, sin embargo, de una realidad dominante que no parece darnos la razón. Veamos el caso más claro: los medios de comunicación. En el mundo actual los grandes medios de comunicación más que como tales actúan como medios de formación. Su objetivo último es formar nuestra conciencia. Podríamos llamarles tambien medios de persuasión por que nos advierten de lo que debemos creer, pensar y decir. Son forjadores de consensos vacíos y generadores de un lenguaje confuso y ambiguo. Generan opinión favorable a sus intereses, que son cada vez más y más inconfesables. Son un gran poder. Un ejemplo claro es que nadie puede pretender ganar unas eleciones si no tiene un gran grupo mediático a sus espaldas. Pareciera que lo que no sale en los medios no existiera. Son además creadores de realidad. Hacen que nimiedades pasen a ser problemas o convierten las tragedias en espectáculos. Podríamos seguir, pero nos remitimos a las evidencias: No cabe duda de que los grandes medios de comunicación no son fuente de liberación. No nos llevan a una acción liberadora. Sin embargo si que contamos con muchas pruebas de lo contrario.
¿Por qué, entonces, empeñarnos en un terreno tan minado?, ¿por qué queremos poner el acento en la comunicación si todo está tan mal?. Precisamente por eso y también por que la comunicación es una cualidad del ser humano que abarca toda nuestra vida y que nos posibilita las experiencias más señaladas de nuestra existencia. Somos comunicación. Nuestra palabra y nuestra acción son esencialmente comunicación. No podemos conformarnos con ser meros reproductores acríticos de los mensajes que recibimos. Todos los grupos de liberación (que han abundado en la historia, a pesar del desprecio que se puede evidenciar tras las crónicas de muchos historiadores) han sido conscientes de esta realidad, hasta el punto de que los trabajdores pobres y analfabetos del movimiento obrero ponían en marcha decenas de periódicos y otros muchos grupos convertían su cuerpo en medios de comunicación mediante la noviolencia activa. Efectivamente, somos comunicación en un mundo donde la comunicación es un gran poder. Un poder que todos podemos tener y que se muestra imprescindible para las personas que sufren las opresiones.
La comunicación en el ser humano tiene la función elemental de trasmitir la verdad. Sobre ello hay un acuerdo importante. Sin embargo no queremos que la pregunta de Pilatos nos sirva a nosotros también para lavarnos las manos: ¿Qué es la verdad?. Muchos alegarán que es un terreno muy resbaladizo ya que cada uno tiene su verdad y otras estupideces que solemos esgrimir altivamente para no entrar al fondo del problema. Una persona que no tiene nada que darle a sus hijos para comer al final del día seguramente tiene hambre, hambre real, verdadera hambre, no sujeta a relativismo. El miedo de un inmigrante cuando ve que el cayuco en el que viaja es zarandeado por las olas o la angustia de una niña prostituida por un “turista” europeo en un país empobrecido no parecen verdades muy relativas. Para ellos la verdad no es relativa. El relativismo le va bien al que dice que invierte por que en realidad roba, al que dice que no se puede hacer nada por que en realidad no quiere hacer nada. La verdad con todas sus consecuencias nos debería de interesar a todos. De hecho se la queremos exigir a los que más amamos, precisamente por eso; porque les amamos.
La verdad fundamental es la realidad. Por eso los grandes medios nos van a dar cada uno su versión de la realidad. El objetivo es que veamos como ellos, que nos creamos su verdad como si fuera la verdad autentica, única, la verdad absoluta. Sin embargo la experiencia nos demuestra en muy poco tiempo cuantas mentiras o medias verdades (que viene a ser lo mismo) se nos venden con el euro del periódico. Por cierto, el periódico debe de valer mucho más que un euro. ¿Quién lo paga? y ¿Por qué?. ¿Quien paga el periódico está dispuesto a que el medio que él sostiene denuncie sus abusos?. En cierta ocasión realizamos una acción de denuncia en el Corte Inglés contra las marcas que estaban esclavizando niños. Estaban presentes varios medios de comunicación. Todos tomaron sus notas y las imágenes de lo que estaba ocurriendo, pero salió el jefe de prensa y cogió el teléfono. Al cabo de un minuto sonaban los móviles de los periodistas. Tuvieron que volver a casa. Aquello era noticia si el Corte Inglés quería y en este caso por razones obvias no quería. Por algo es el primer anunciante de los medios allí presentes. La verdad no puede incomodar nunca al que paga. Es una ley escrita que siguen todos los grandes medios de comunicación.
Podemos concluir de lo hasta aquí expuesto:
- Que la comunicación es un bien preciado al alcance de todos los seres humanos, pero existen unas empresas que pretenden convertirse en los únicos con capacidad de comunicar.
- Para que la comunicación sea legítima tiene que responder a la verdad, pero la verdad no puede alterar los intereses de esa empresa, por algo es una empresa.
Ante este estado de cosas, ya que todos somos comunicadores, tenemos dos opciones:
- Ser correa de trasmisión y legitimadores de las supuestas verdades de esas empresas.
- Trabajar en generar nuestros propios medios de comunicación.
Pues bien, el Teatro de la Escucha se inscribe en este esfuerzo por contribuir a una comunicación que no traicione la verdad. Por eso hablamos de escucha. Queremos decir que nuestra comunicación parte necesariamente de la escucha, de la escucha del otro, de la escucha del mundo, de la realidad, tal cual es, me guste a mí o no me guste, me ponga triste o me alegre. Pero toda comunicación debe partir de una escucha.
Hablamos pues de un método de trabajo que nos ayuda a escuchar, que nos pone en la pista de los motores y las causas que hay detrás de todas las realidades. Que nos permite hacernos sensibles de forma especial a la peripecia vital de los que sufren, de los que no tienen ni siquiera quien levante acta de su dolor, de las víctimas (¡a millares!) que no mueren con la suficiente espectacularidad para ser reseñados en las páginas de los periódicos, de los olvidados de siempre. Finalmente la escucha también es una cualidad humana que necesita ser desarrollada si no queremos arriesgarnos a vivir en la inconsciencia del mundo de Matrix.Escuchar nos hace realistas y a la vez despierta en nosotros el ideal, nos hace más humanos y nos da más poder. El que escucha conoce y se conoce, se trasforma y puede trasformar. La escucha es una revolución al alcance de todos. Las escucha nos hace proptagonistas, combate la máxima implicita de los grandes medios que parecen gritar: “Dejennos escuchar por usted”. Pues, mire usted, no. En esto me juego la libertad y también, la dignidad.
El Teatro de la Escucha quiere justificar la comunicación como resultado de una escucha, es decir, como búsqueda de la verdad. Trabaja por el protagonismo consciente y activo de todos los que participan en ese proceso y camina con el objetivo de desarrollar estrategias de comunicación que sean realmente liberadoras.
2. El camino de la Promoción
En los talleres de Teatro de la escucha planteamos un ejercicio que según diversas tradiciones se llama y se realiza con diferentes acentos.
Una persona coloca la palma de su mano delante del rostro de otra persona, a un palmo de distancia aproximadamente. Se les plantea que deben moverse por el espacio, en múltiples direcciones, intentando mantener siempre esa distancia. La persona “que lleva” debe intentar conducir al otro participante siendo muy exigente con él. ¿Como concretamos esa exigencia?. Decimos:
Al máximo pero sin pasarse.
Lo que queremos expresar es que es necesario descubrir la capacidad máxima del otro para moverse por el espacio siguiendo la mano pero a la vez no dejar que se rompa esa distancia. Si nos desplazamos más lentamente de lo necesario decimos que nos quedamos cortos, si por el contrario vamos tan deprisa que en algún momento se rompe esa distancia entre mano y rostro decimos que nos hemos pasado. Los dos hacen la experiencia durante 4 minutos aproximadamente. Luego la comentamos.
De los comentarios se destaca el dinamismo que plantea el ejercicio. A medida que pasa el tiempo podemos costatar que el máximo de la otra persona aumenta debido a la experiencia. Es decir, ese punto, casi imposible, que definimos “al máximo pero sin pasarse” se está moviendo permanentemente con lo cual no podemos acomodarnos en un análisis sobre las posibilidades de otro ya que se actualizan permanentemente fruto del intento de respectar la consigna dada.
A continuación vemos que este ejercicio tan sencillo y frecuentemente tan apasionante simboliza un monólogo, sencillamente un monólogo. Cuando hablamos a otro desde la escucha hacemos eso, mantenemos una tensión similar a la que plantea el ejercicio. Vamos hablando teniendo en cuenta de forma permanente donde está la otra persona, y buscando un nivel de exigencia “al máximo pero sin pasarnos” en nuestro discurso.
A continuación proponemos hacer un segundo paso. Mientras uno reproduce la posición del primer ejercicio el otro hará lo propio con él. Es decir los dos sostienen su mano, frente al rostro del otro, a un palmo aproximadamente. Y comienza el movimiento con las mismas claves de fondo que el anterior ejercicio. Pasados cuatro agotadores minutos tambien volvemos a comentar la experiencia.
Esta vez se detectan muchos problemas: Unos se turnaban en la concentración, una vez en mi mano que llevaba, otra en tu mano que me lleva. Otros decían olvidar totalmente su mano, otros reconocían que han estado todo el rato pendientes de dirigir, otros daban vueltas sobre si mismos y algunos hasta diseñaban coreografías.
Este ejercicio simbolizaba el diálogo. Si, es que un diálogo desde la escucha supone hablar y escuchar a la vez. Y es un diálogo exigente… y con frecuencia resulta apasionante y agotador.
Seguimos explorando variantes: De tres, de cuatro…. de todos juntos.
Decimos que este ejercicio nos sirve para introducir la promoción. Podemos definir promoción de muchas formas. Entendemos que es lo contrario del asistencialismo por que supone el protagonismo personal y colectivo de las personas a la hora de resolver los problemas que le afectan.
En una primera aproximación al tema partimos de que todos tenemos infinitas posibilidades de promoción, podemos desarrollar muchas cualidades que a priori nos pueden resultar extrañas, podemos cultivarnos y enriquecernos operativamente. Pero para ello necesitamos de la relación con los otros. Digamos que los otros contribuyen a nuestra promoción. ¿Cómo lo hacen? En este momento planteamos como punto de partida que es necesario aplicar la consigna: «Al máximo pero sin pasarse.» Eso que significa: Si yo trabajo con el otro sin ir al máximo de sus posibilidades su naturaleza tenderá a adaptarse a esta lógica y pronto se hará pequeña ya que no necesita mayor exigencia para sostener la relación.
Esto lo vemos en muchos planos:
- Personal: En la relación padres-hijos esto es una experiencia muy común. Nuestros hijos nos parecen siempre especiales. Y como tienen esa manía de pedir todo, pues les damos y hasta les hacemos todo. Luego el niño se vuelve un caprichoso insoportable y nos quejamos sin caer en la cuenta que el caprichismo es resultado de la falta de promoción. Los niños pueden y deben más de lo que los adultos creemos. Y en ello se juegan también la felicidad.
- Ambiental: Es muy común que en distintos ambientes se proponga organizar acciones de carácter solidario. Atendiendo a la pluralidad de las personas rápidamente se llega a la conclusión de realizar una actividad apenas comprometida dada la sensación de que si no se quedarán muy pocos. Se tiende a un consenso de mínimos, rebajamos los objetivos con tal de ser más. Las consecuencias en la práctica son tremendamente perjudiciales para una acción solidaria que tiene valor en primer lugar por la calidad de la entrega,no por el número de personas que la sostienen. En la historia hay muchas lecciones. Pocas personas en un esfuerzo solidario realmente comprometido avanzan más que millones rebajando la solidaridad a planteamientos muchas veces puramente sensibleros.
- Institucional: Muchas dinámicas de supuesta ayuda a los países empobrecidos parten de hecho de que ellos no pueden salir de su situación. Finalmente promovemos dinámicas que les hacen más dependientes todavía. Todavía está por hacer una clara revisión de la ayuda internacional que aumentando cada año no consigue que el hambre disminuya,sino muchas veces lo contrario.
Cada vez que no vamos al máximo posible tendemos a ser paternalistas, asistencialistas, en definitivamente tendemos a humillar y a despreciar al otro. El otro acabará haciendose más pequeño. Nuestra acción podrá ser calificada, atendiendo a los hechos, como antipromocionante.
Si por el contrario nos pasamos. Vamos más lejos de lo que el otro puede nos encontramos que rompemos los límites y por lo tanto la otra persona también se cierra y se defiende. Esto lo vemos, siguiendo los ejemplos anteriores, en los padres extremadamente exigentes, en las propuestas de acción que superan las posibilidades de protagonismo de cualquier persona y en las guerrillas como solución a los problemas sociales de un pais. Por esta vía tampoco se avanza. Es más, siempre se retrocede.
Lo único que nos permite acercarnos a la promoción al protagonismo personal y colectivo, es el ir al máximo cuidando de no pasarnos. Ahí descubriremos que el otro va aceptando poco a poco y sus máximos se van ampliando. La relación con nosotros le va haciendo más grande y aumentan sus posibilidades de autogestión. Ni que decir tiene que lo mismo nos sucede a nosotros.
En realidad eso es lo que descubrimos en una dinámica de amor. Se trata de amar como los demás necesitan que les amemos. Si les amamos como a nosotros nos va bien (Si eso fuera amor)ya sabemos el resultado.
Pues bien, este ejercicio nos permite introducir de una forma práctica y vital este tema. A partir de ahí una serie de ejercicios nos van confirmando en los beneficios de esa lógica tan sencilla y nos van descucriendo las resistencias y dificultades que tenemos para vivirlas.
El Teatro de la Escucha deviene en un primer momento en el desarrollo de estrategias que nos permiten ver este y otros problemas desde diversos ángulos y nos posibiliten reconocer y corregir las dificultades que a priori todos tenemos.
3. Teatro para transformar la realidad
Lógicamente este no es el espacio para desarrollar ni siquiera en parte el sistema técnico del que parte el teatro de la escucha. Hemos relatado un ejercicio para mostrar que detrás de las dinámicas hay planteamientos filosóficos, antropológicos o políticos. Los ya centenares de técnicas que configuran el teatro de la escucha se organizan metodológica y pedagógicamente de forma que confluyan en un sistema que nos permita crear respuestas creativas y de comunicación a partir del trabajo de teatro de la escucha.
De forrma esquemática presentamos los grandes bloques en los que se divide el teatro de la escucha:
1: Despertar a la escucha: Arsenal de ejercicios que nos preparan para entrar en los desarrollos técnicos, que nos sitúan física y mentalmente para el trabajo desde la escucha.
2: Técnica base: Un conjunto de procesos técnicos que simbolizan las claves de fondo del trabajo del teatro de la escucha.
3: Técnica de desarrollo. Son conglomerados de ejercicios que permiten investigar los aspectos fundamentales del método de una forma práctica: Motores, causas, ir juntos,…
4: Claves de interiorización: En este apartado el teatro de la escucha se beneficia de multiples disciplinas y experiencias que van desde la política y la pedagogía a la noviolencia. Se trata de elementos sacados de la experiencia que aportaron luz en la historia y que permiten avanzar en la escucha. Estos elementos deben de entrenarse hasta interiorizarlos. Eso nos permite incorporarlos de forma natural a nuestro trabajo.
5: Técnicas de teatro encuesta.
6: Tecnicas de teatro dialogo.
7: Técnicas de teatro Grito.
Cada uno de estos bloques integra trabajos muy vastos y completos que por si solos cada uno justificarían una publicación.
El Teatro de la Escucha tiene cuatro ámbitos profesionales de aplicación. En cada uno de ellos se han realizado y actualmente se están desarrollando múltiples experiencias. Eso ámbitos son:
- Las artes escénicas: Actores, directores, bailarines, directores de cine y hasta músicos han encontrado posibilidades de trabajo inspirándose en el teatro de la escucha. Eso ha llevado en muchos casos a explorar nuevos espacios escénicos, a trabajar nuevas formas de relacionarse con el público, nuevas formas de estar como actor y de comprometerse como director.
- La educación: En cualquiera de sus ámbitos fundamentales: Educación formal, no formal e informal.Trabajos de creatividad e imaginación con niños, de propuestas escénicos a partir de temas sociales, …
- Social: Entendido como un trabajo con diveros colectivos en situación de riesgo o de marginación, desde la educación social, trabajando en instituciones como cárceles o centros psiquiatricos.
- Política: Acción política de base. Normalmente inspirándonos en la historia de la noviolencia. Se trata de poner en circulación mecanismos de acción política de denuncia o de propuesta política.
En fin, el Teatro de la Escucha está creciendo gracias al trabajo entusiasta de personas que entienden que la comunicación es no solo un derecho sino un deber. En este momento generar opinión pública es una tarea social de primer orden. El teatro de la escucha permite hacer eso aprovechando muchas experiencias históricas y desde una implicación total como la que posibilita el teatro.