La editorial Arte Acción ha publicado el texto Imposible matar la belleza de Moisés Mato. El libro recoge el texto de esta obra de teatro del Abrazo que está siendo representada por diferentes espacios por todo el país. El precio es de 5€ y ya está disponible en la Sala Metáforas. Un buen regalo para el día del libro.

Los personajes de Imposible matar la belleza son reales, están vivos en el momento en que redacto estas líneas. La mayoría tienen cierta proyección pública. Viven en diferentes continentes y contextos. Si me decidiera a contar el final de sus historias muy probablemente los colocaríamos en el panteón de los héroes o de las personas admirables. Esa tarea ya la están haciendo otros. Y es una tarea importante. Es justo que los que hacen creíble la solidaridad y la justicia tengan espacio en nuestra mente y en nuestro corazón; espacio lo suficientemente amplio para que no les reconozcamos como héroes superdotados o como personas excepcionales. Si así fuera, significaría que el espacio que les dejamos en nuestro interior no es lo suficientemente amplio como para medir nuestras vidas con las de ellos. Y es que son seres humanos, limitados, imperfectos, con miedos, dudas, que cometen errores, que se pierden… pero tienen un secreto: han descubierto la belleza: la belleza que nace de la búsqueda del bien y de la verdad.
Imposible matar la belleza relata un momento en sus vidas. Un momento que podíamos definir como experiencia fundante. Ese momento, esa experiencia funda, de alguna manera, una nueva mirada, una nueva sensibilidad. Es una ruptura tan fuerte que marca un antes y un después. Es una momento tan contundente que abre la experiencia humana a nuevos y, hasta entonces, desconocidos horizontes. Detrás de personas que consideramos especiales por su capacidad de entrega hay decisiones radicales de no mirar para otro lado, de no sentirse ajeno a los problemas, de mirar de frente la realidad como parte de su cuerpo. Y es esa actitud la que les permite captar la belleza; la belleza en medio del sufrimiento y la injusticia, la belleza de la dignidad humana que insiste en no ser anulada, la belleza de una debilidad atroz que se niega a vender su alma por un plato de lentejas, la belleza que se enamora de la humanidad y que se declara incondicional de las manos que suplican, que abrazan, que trabajan…
La belleza de la que queremos hablar en este texto tiene algo de misterioso que nos parece inalcanzable. Es por eso que escribimos a la vez que actuamos y a medida que la representación se enriquece con diálogos, con miradas y experiencias vamos transformando el texto original. El misterio no podemos abarcarlo pero contemplándolo podemos abrazar el deseo de transformar y transformarnos.
Con Dostoyevski afirmamos que “la belleza salvará el mundo”.

Moisés Mato